El reloj del abuelo

En una pequeña aldea, vivía un niño llamado Mateo,

un niño curioso y aventurero, siempre en busca de un nuevo juego.

Un día, mientras exploraba el ático de su abuelo,

descubrió un reloj antiguo, brillante y muy bello.

Se acercó con cuidado y lo tomó entre sus manos,

sintiendo cómo latía el corazón de aquel reloj de antaño.

De pronto, el reloj comenzó a girar y a girar,

y antes de darse cuenta, Mateo se vio en otro lugar.

Se encontraba en una plaza, llena de gente y ruido,

y al mirar el reloj, se dio cuenta de que había viajado en el tiempo.

Corrió emocionado, explorando aquel lugar,

hasta que se topó con un anciano de mirada amable y cordial.

"¿Quién eres, niño?", preguntó el anciano con curiosidad,

y Mateo le contó su aventura, con mucha felicidad.

El anciano sonrió y le dijo: "Bienvenido al siglo XIX,

donde la historia se mezcla con la vida y el arte es un gran aprendiz".

Mateo se quedó maravillado, sin poder creer,

que había viajado en el tiempo, gracias al reloj del abuelo de su ser.

El anciano, que resultó ser un famoso inventor,

lo invitó a conocer su taller, repleto de máquinas y de color.

Allí, Mateo aprendió sobre la Revolución Industrial,

sobre los grandes inventos que cambiaron la vida en general.

El anciano le mostró su última creación,

un reloj de bolsillo, con un diseño único y refinado.

"Este reloj es mi mayor orgullo, mi pequeño tesoro,

y ahora te lo regalo, para que lo lleves siempre contigo, en todo momento y lugar".

Mateo aceptó el regalo con emoción,

y con el reloj en su bolsillo, regresó a su hogar sin ninguna confusión.

Pero el reloj seguía girando, llevándolo a distintos lugares,

y en cada viaje, Mateo aprendía sobre diferentes épocas y sus quehaceres.

Conoció a grandes personajes, como Leonardo da Vinci y Cleopatra,

y aprendió sobre las culturas antiguas y la historia más alegre y aterradora.

El reloj del abuelo se convirtió en su compañero fiel,

que lo guiaba por el tiempo, con su tic-tac tan dulce y sutil.

Y así, Mateo se convirtió en un gran viajero,

que aprendió sobre el pasado, el presente y el futuro más certero.

Y cada vez que se encontraba en una nueva aventura,

recordaba las sabias palabras de su abuelo: "El tiempo es el mejor maestro, y el reloj del abuelo, tu mejor aliado".

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