Había una vez en el colorido mundo de Papelópolis, un súper héroe no tan típico llamado Super Lápiz. No era el más alto, ni el más fuerte, pero tenía la habilidad única de dar vida a cualquier cosa que dibujara. Junto a él, había un equipo de valientes útiles escolares, conocido como la Liga de los Útiles. Ellos eran la valiente Sacapuntas, la brillante Regla y el siempre pegajoso Pegamento.
Un día, mientras Papelópolis disfrutaba de una tranquila tarde, un villano llamado Borrador Malvado llegó a la ciudad. Con su poder de borrar todo a su paso, comenzó a causar caos y desorden. Las hermosas ilustraciones y letras en las paredes de la ciudad comenzaron a desaparecer.
Super Lápiz, al ver lo que estaba sucediendo, convocó a la Liga de los Útiles. Sacapuntas, con su ingenio afilado, dijo, "Debemos detener a Borrador Malvado antes de que borre toda la ciudad."
Regla, siempre precisa, dibujó un plan en un gran mapa de papel. Mientras tanto, Pegamento, siempre servicial, preparaba todo lo necesario para la batalla. Pero algo faltaba.
"¡Necesitamos la ayuda de alguien sabio!" Dijo Super Lápiz. Y todos supieron exactamente a quién debían buscar.
Fueron a visitar a la anciana Pluma de Tinta, la más antigua de todos los útiles. Con su tinta azul oscuro y su aspecto gastado, tenía la sabiduría de años de escritura y dibujo.
"Para derrotar a Borrador Malvado," dijo Pluma de Tinta, "deben encontrar la forma de hacer permanente lo que dibujan."
Super Lápiz, con su poder especial, se puso manos a la obra. Dibujó un enorme escudo y una larga cuerda. Sacapuntas, afiló a Super Lápiz para que sus dibujos fueran más nítidos. Regla, aseguró que cada línea fuera precisa y Pegamento, unió todo para que fuera más fuerte.
Finalmente, llegó el enfrentamiento con Borrador Malvado. "¡No permitiremos que borres nuestra hermosa ciudad!" Gritó Super Lápiz.
Borrador Malvado intentó borrar el escudo, pero no pudo. Intentó borrar la cuerda, pero tampoco pudo. "¿Cómo es posible?" Preguntó, confundido.
"Es simple," sonrió Super Lápiz. "Nuestros dibujos son permanentes. No puedes borrarlos."
Con un rápido movimiento, Super Lápiz lanzó la cuerda, atrapando a Borrador Malvado. La Liga de los Útiles celebró su victoria y Papelópolis volvió a la normalidad, más colorida y vibrante que nunca.
Desde aquel día, Borrador Malvado aprendió a usar sus poderes para el bien, ayudando a corregir errores en lugar de borrar todo a su paso. Y la Liga de los Útiles, con Super Lápiz a la cabeza, continuó protegiendo su ciudad y llenándola de color y alegría.
Este cuento nos enseña que todos tenemos un superpoder especial, solo necesitamos saber cómo usarlo para el bien. Y siempre es importante buscar la sabiduría en aquellos que son más viejos y experimentados que nosotros. Porque, como diría Pluma de Tinta, "en cada línea que dibujamos y en cada letra que escribimos, hay una historia por contar."