El Superhéroe de Pijamas

Había una vez, un niño llamado Juan,

con su pijama de estrellas, bajo la luz del sol y de la luna.

No era el más fuerte, ni el más rápido, ni el más grande,

pero con su pijama de estrellas, él podía volar y desplazarse.

¡Zas! ¡Zum! ¡Zum! ¡Zis!

Con su pijama de estrellas, todo lo podía conseguir.

En el día, Juan era como cualquier niño,

jugaba, estudiaba, reía y también hacía cariño.

Pero cuando el sol se iba, y la noche venía,

Juan se ponía su pijama y su aventura comenzaba.

De noche, cuando todos dormían,

Juan, nuestro héroe, las estrellas elegía.

Saltaba de una a otra, con gran alegría,

y desde allá arriba, a todo el mundo veía.

Un día, el Rey de la Noche, que en su torre vivía,

decidió que las estrellas, ya no saldrían.

Las encerró en su torre, una tras otra,

y la noche se volvió oscura, sin ninguna estrella que flotara.

Los niños de la ciudad, se asustaron mucho,

sin las estrellas no podían dormir, ni un poquito.

Pero Juan, con su pijama, decidió hacer algo,

y voló hasta la torre, a enfrentar al rey malvado.

¡Pum! ¡Pam! ¡Pum! ¡Paf!

Juan, con su pijama, al Rey de la Noche desafió.

"Las estrellas deben ser libres, no pueden estar encerradas,

son de todos los niños, no solo de tu mirada".

El Rey de la Noche, a Juan miró,

y en su rostro, una sonrisa se dibujó.

"Si puedes vencerme en un juego de adivinanzas,

las estrellas serán libres, y tendrás una alabanza".

Juan aceptó el reto, con valentía y coraje,

y adivinó cada enigma, con gran personaje.

Al final, el rey quedó sorprendido,

y las estrellas fueron liberadas, como Juan había decidido.

¡Chis! ¡Chas! ¡Chis! ¡Chas!

Las estrellas volvieron al cielo, brillando más que nunca.

Los niños de la ciudad, volvieron a dormir,

y Juan, nuestro héroe, pudo finalmente desistir.

Así termina nuestra historia, con un héroe de pijama,

que con valentía y coraje, las estrellas reclamaba.

Así que recuerda, cuando mires las estrellas brillar,

que cada uno de nosotros, puede ser un superhéroe en particular.

¡Bip! ¡Bop! ¡Bip! ¡Bop!

El Superhéroe de Pijamas, siempre estará ahí, en el lugar que ocupa,

listo para ayudar, a quien lo necesite, sin dudar.

Porque todos podemos ser héroes, en nuestra forma particular.

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