El Bosque Encantado

En un bosque muy especial,

donde todo era mágico y encantado,

vivía una pequeña hada

que siempre estaba soñando y volando.

Su nombre era Luna,

y era la más bonita de todas.

Todas las noches, al caer el sol,

se ponía a cantar y bailar en la pradera.

Pero un día, algo extraño sucedió,

el bosque estaba triste y sin color,

los árboles estaban marchitos,

y los animalitos no se escuchaban cantar.

Luna no entendía qué pasaba,

y decidió ir a preguntarle al sabio búho,

quién era el guardián del bosque,

y siempre tenía respuestas para todo.

El búho le explicó que el bosque estaba enfermo,

porque los humanos no lo estaban cuidando,

tiraban basura y cortaban árboles,

sin pensar en la naturaleza que estaban dañando.

Luna se puso muy triste,

y no podía dejar de llorar,

pero entonces, tuvo una idea,

y decidió a todos los animales convocar.

Convocó a los pájaros,

a los conejos y a los osos,

a los ciervos y a las ardillas,

y a todos los demás habitantes del bosque.

Les contó su plan,

y todos se pusieron a trabajar,

cuidando y limpiando el bosque,

para que vuelva a su hermosa realidad.

Con sus varitas mágicas,

las hadas arreglaban las flores,

los duendes recogían la basura,

y los animales plantaban nuevos árboles.

Pero aún faltaba algo más,

algo que pudiera llegar a los humanos,

para que entiendan lo importante que es,

cuidar el bosque y sus hermanos.

Fue entonces cuando Luna,

recordó que en el bosque había un lago,

donde vivía una sirena,

que siempre estaba soñando y cantando.

Luna y sus amigos fueron al lago,

y le contaron a la sirena la situación,

y ella con su canto mágico,

logró llegar a los humanos y su corazón.

Los humanos escucharon su canto,

y se dieron cuenta de su error,

decidieron cuidar el bosque,

y prometer que no volverían a dañar.

El bosque volvió a ser como antes,

lleno de vida y color,

los animales volvieron a cantar,

y las hadas a bailar con amor.

Y desde ese día en adelante,

los humanos y el bosque vivieron en paz,

gracias a Luna y su imaginación,

que demostraron que los sueños pueden cambiar la realidad.

Así que recuerda, pequeño lector,

la importancia de cuidar la naturaleza,

y nunca dejar de soñar,

porque nuestros sueños pueden ser nuestra mayor fortaleza.

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