Había una vez en un reino encantado, una pequeña hada llamada Valiente. Era conocida por su valentía y su espíritu aventurero. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y a enfrentar cualquier peligro que se presentara en su camino.
Un día, mientras volaba por el bosque, Valiente escuchó un grito de auxilio. Era un niño llamado Lucas, que estaba perdido en el bosque y tenía mucho miedo. Valiente se acercó a él y le preguntó qué le sucedía.
"Tengo miedo de estar solo en el bosque. No sé cómo volver a casa", dijo Lucas con lágrimas en los ojos.
Valiente sonrió y le dijo: "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar el camino de regreso a casa".
Lucas miró a Valiente con asombro, nunca había visto a un hada antes. Se dio cuenta de que ella era una criatura mágica y se sintió más seguro a su lado.
Juntos, volaron por encima de los árboles y el bosque, mientras Valiente le contaba historias sobre sus aventuras. Lucas se olvidó de su miedo y se divirtió mucho con Valiente.
De repente, escucharon un rugido fuerte. Era un dragón que estaba causando estragos en el bosque y aterrorizando a los demás habitantes. Valiente sabía que tenía que hacer algo para detener al dragón y proteger a su amigo Lucas.
Con valentía, se acercó al dragón y le dijo: "¿Por qué estás causando tanto caos en el bosque?"
El dragón, sorprendido por la valentía del hada, le explicó que él también tenía miedo. Tenía miedo de no ser lo suficientemente fuerte y de no poder proteger a los demás.
Valiente le dijo: "Todos tenemos miedos, pero no podemos dejar que nos controlen. Hay que enfrentarlos y superarlos".
El dragón entendió lo que Valiente le estaba diciendo y decidió cambiar su comportamiento. Juntos, Valiente y Lucas ayudaron al dragón a superar su miedo y a convertirse en un protector del bosque.
Agradecidos por su ayuda, los demás habitantes del bosque organizaron una fiesta en honor a Valiente y Lucas. Todos estaban felices de tener un nuevo amigo que era valiente y bondadoso.
A partir de ese día, Valiente y Lucas se convirtieron en los mejores amigos. Lucas ya no tenía miedo de aventurarse en el bosque, ya que sabía que Valiente siempre estaría allí para ayudarlo y protegerlo.
Valiente enseñó a Lucas una valiosa lección, que no hay nada que no se pueda superar con valentía y amistad. Juntos, vivieron muchas aventuras en el reino encantado y se convirtieron en héroes que luchaban contra el miedo y la injusticia.
Y así, el bosque volvió a ser un lugar de paz y armonía, gracias a la valentía del pequeño hada y su amistad con Lucas. Desde entonces, Valiente era conocida como la protectora del bosque y su valentía era recordada por todos los habitantes, incluso por el dragón que ahora era su amigo.
Y colorín colorado, este cuento de valentía y amistad ha terminado.