El Trenecito Inventor

Había una vez un adorable trenecito llamado Tobías. Tobías no era un trenecito común y corriente, ¡no, no, no! Tobías era un trenecito inventor.

Cada día, Tobías se deslizaba por las vías del país de los juguetes, coleccionando piezas y partes, tesoros brillantes y objetos olvidados. Con su pequeña grúa, levantaba estas cosas y las guardaba en su vagón.

Pero Tobías no recogía estas cosas para tenerlas, ¡oh, no! Tobías las recogía para inventar. Con su brillante mente y su grúa, unía las piezas para crear cosas nuevas y emocionantes. ¡Plum, plum, plum, plum! El martillo de Tobías golpeaba mientras trabajaba.

Un día, Tobías encontró una caja llena de luces de colores. ¡Qué descubrimiento tan emocionante! Tobías pensó y pensó… ¿Qué podía hacer con estas luces? Después de un rato, se le ocurrió una idea brillante. ¡Haría un arco iris!

Con mucho cuidado, Tobías colocó las luces en un gran arco. ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! Su pequeña grúa zumbaba mientras trabajaba. Cuando terminó, Tobías miró su creación. ¡Era el arco iris más hermoso que jamás había visto!

Pero entonces, Tobías tuvo otro pensamiento. ¿Y si pudiera hacer algo más con su arco iris? ¿Y si pudiera usarlo para ayudar a otros? ¡Eso sería maravilloso!

Entonces, Tobías tuvo la idea más brillante de todas. Usaría su arco iris para iluminar los lugares oscuros del país de los juguetes. Así, ningún juguete tendría miedo de la oscuridad nunca más.

¡Plum, plum, plum, plum! Tobías trabajó en su arco iris, añadiendo ruedas y un motor. ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! Su grúa zumbaba mientras unía las piezas. Y cuando terminó, Tobías había creado el Arco Iris Móvil.

Con su nuevo invento, Tobías viajó alrededor del país de los juguetes, iluminando todos los lugares oscuros. ¡Vroom, vroom! El Arco Iris Móvil zumbaba mientras Tobías conducía. Los juguetes miraban con asombro mientras el arco iris iluminaba sus hogares.

Y así, Tobías se convirtió en el superhéroe del país de los juguetes. No necesitaba una capa o superpoderes. Solamente necesitó su brillante mente, su grúa y su amor por inventar.

Desde aquel día, todos los juguetes del país sabían que no tenían que temer a la oscuridad. Porque siempre que se oscurecía, Tobías venía con su Arco Iris Móvil, iluminando la noche con su hermoso arco iris.

Así, el trenecito inventor, con su maravilloso invento, llenó de luz y color el país de los juguetes, haciendo que todos se sintieran seguros y felices. Y Tobías, contento y satisfecho, seguía deslizándose por las vías, siempre en busca de su próximo gran invento. Porque Tobías era un trenecito inventor, y eso era lo que más le gustaba ser.

¡Fin!

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